Además de citado proyecto, existen varios más en los cauces de la zona.

La plataforma Filón Verde y el grupo local Alto Sil de WWF/Adena han presentado sendos escritos al Ministerio de Medio Ambiente solicitando que se desestime el proyecto de aprovechamiento hidroeléctrico en el río San Miguel, promovido por la empresa Endesa. «Consideramos una aberración medioambiental que se autoricen proyectos de este estilo con los reconocimientos que la zona tiene para su protección. No se debe someter ni siquiera a su declaración de Impacto Ambiental», señalan en sus escritos.

Junto a las figuras de protección que avalan la alta calidad ecológica de la zona en la que se pretende ubicar ese aprovechamiento hidroeléctrico –la comarca es Lugar de Interés Comunitario (LIC), Zona de Especial Protección para las Aves (Zepa) y Reserva de la Biosfera–, Filón Verde y el grupo local de Adena recordaron que en la comarca ya existen cuatro embalses destinados a aprovechamiento hidroeléctrico, «a lo que debemos sumar los que están solicitados o en tramitación», apuntaron.

Los responsables de Filón Verde señalaron que, además del proyecto en el río San Miguel, «hay otro más en ese río pero aguas abajo del proyecto del que ahora hablamos», indicaron, están los proyectos de La Chanada, en el arroyo Fleitina en Caboalles de Abajo; el de Valdepila, también en Caboalles de Abajo y aguas arriba del proyecto de La Chanada. «Además de otros dos saltos en el río de Sosas y otro en el de Lumajo», apostillaron. Por ello, consideran que la memoria presentada por Endesa al Ministerio de Medio Ambiente «incluye datos que no se ajustan a la realidad».

Así, señalan que, además de no hablarse de las medidas de protección medioambiental y del resto de proyectos, «en la valoración del medio no se incluyen los trabajos de minería a cielo abierto y subterránea, que se están desarrollando en las inmediaciones del paraje donde se pretende ubicar esta nueva instalación».

El proyecto en el río San Miguel se ubicaría en la zona de la braña de la citada localidad lacianiega, cerca de la explotación a cielo abierto del Feixolín y en las inmediaciones de otras explotaciones de mina de interior.

Ambas asociaciones creen necesario «poner fin a las agresiones y deterioro medioambiental de la zona» y abogan por buscar alternativas de desarrollo sostenibles y reales. Se debe tratar de mantener y recuperar la calidad de vida de los habitantes de la comarca», manifestaron.